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¿Son peligrosas las salamandras?

¿Son peligrosas las salamandras

¿Son peligrosas las salamandras? Las salamandras son anfibios hermosos y curiosos, pero se han ganado una muy inmerecida mala fama en la cultura de diversas regiones rurales. Durante la Edad Media se creía que este animal vivía en el fuego y era presagio de malas prácticas, ya que los alquimistas lo utilizaban con fines dudosos. En esta época también se afirmaba que las salamandras eran venenosas. Si tienes una salamandra como mascota, aunque definitivamente es posible y algo gratificante, es importante saber todo sobre los riesgos potenciales que conlleva. Exploremos ahora el tema con mayor detalle para que esté equipado con toda la información que necesita para mantenerse a salvo.

¿Qué son las salamandras?

Antes de sumergirnos en las capacidades venenosas (o la falta de ellas) de las salamandras, es necesario conocerlas un poco brevemente. En primer lugar hay que destacar que se trata de anfibios del clado Caudata. Se diferencian de las ranas y los sapos por la presencia de cola en la fase adulta, pero tienen muchas más características propias. Todas las salamandras tienen un cuerpo cilíndrico, una cabeza aplanada, ojos notables y una boca muy grande en comparación con el resto de su cabeza. 

También llevan 4 extremidades locomotoras y, además, el número de dedos es diferente según la sección del animal: las patas delanteras tienen 4 dígitos, mientras que las traseras tienen 5. Las salamandras tienen tamaños muy diferentes. Una de las especies más pequeñas es Thorius arboreus (con un máximo de 2 centímetros), mientras que la más grande registrada hasta el momento es Andrias davidianus, con una envergadura promedio de 1,2 metros. Más allá de su descripción física, cabe destacar que todas las salamandras pertenecen al clado Caudata, pero no todos los cordados son salamandras.

¿Son venenosas las salamandras?

Algunas creencias sobre las salamandras son infundadas, pero su capacidad venenosa es real. Las salamandras comunes pueden secretar un compuesto neurotóxico llamado salamandrina, similar a las bufotoxinas producidas por los sapos. Esta toxina se sintetiza en las glándulas paratiroides detrás de los ojos. Cuando se ven amenazadas, las salamandras producen una sustancia lechosa alcalina que contiene la toxina, lo que disuade a los depredadores. Según Vertebrados Ibéricos, las salamandras adoptan posturas específicas para exhibir sus glándulas cuando se sienten amenazadas y, en ocasiones, pueden lanzar la toxina hasta 2 metros.

A pesar de estas defensas, son presa de erizos, tejones, jabalíes, ratas y algunas serpientes. La toxina no es letal para los humanos ni capaz de contaminar las fuentes de agua. Los colores brillantes de las salamandras sirven como señal de advertencia de su toxicidad, un fenómeno conocido como aposematismo, que también se observa en animales como las avispas, las ranas dendrrobates y los pulpos de anillos azules.

¿Puedes enfermarte por tocar una salamandra?

Las salamandras no son letales al tocarlas, pero pueden enfermarte si las manipulas y luego te tocas la boca. Es mejor limitar el manejo de la salamandra para protegerte a ti y al animal. Su piel es muy absorbente y puede absorber aceites naturales, gérmenes o productos químicos de las manos, lo que puede dañar su sistema inmunológico y provocar estrés. El manejo de las salamandras debe ser mínimo. Un riesgo importante asociado con las salamandras es la salmonella, que pueden portar de forma natural sin sufrir daños. 

La Salmonella puede causar infecciones similares a las de los alimentos contaminados y puede contraerse al manipular reptiles y anfibios. Los CDC recomiendan precaución al entrar en contacto con cualquier cosa que toque las salamandras, ya que la salmonella puede propagarse a través de sus heces, contaminando sus recintos, tazones y adornos del tanque. Para mitigar estos riesgos, los propietarios suelen utilizar guantes especiales, como los disponibles en Amazon, cuando manipulan sus salamandras. Esto ayuda a garantizar la seguridad tanto de la mascota como del dueño.

¿Mueren las salamandras?

Cualquier animal morderá si lo provocas lo suficiente. Sin embargo, en términos de si las salamandras son propensas a ser ágiles o no, están lejos de serlo. Estas pequeñas criaturas son conocidas por ser bastante tímidas y tienden a evitar la confrontación. Incluso cuando están asustados, tienden a no atacar y reservan todas sus mordidas para atrapar a sus presas. Preferiría huir y esconderse. Sólo cuando esto no sea posible y los hayas arrinconado, podrán atacar.

Si te muerden, no será el fin del mundo. Si bien puede doler un poco, solo tienen dientes diminutos que no son demasiado afilados. Es poco probable que estos penetren incluso en la piel. Ten en cuenta el riesgo que corres de desarrollar una infección por la picadura de una salamandra. Si logran romper tu piel (lo cual no es muy probable), puedes dejar tu cuerpo expuesto a ser atacado por diferentes bacterias.

Por eso es imperativo que, si te muerden, limpies la herida inmediatamente. Vigile y esté atento a cualquier signo de infección. Si está preocupado o nota algún signo de infección, busque atención médica de inmediato. Nuevamente, esta es la razón por la que los propietarios compran un par de guantes. Tenga en cuenta que las salamandras más jóvenes tienen dientes más afilados que las mayores.

Las salamandras son criaturas fascinantes pero incomprendidas. Históricamente difamados, poseen toxinas reales pero no letales. Su manipulación requiere precaución debido al riesgo de salmonella y posibles picaduras menores. A pesar de su naturaleza tímida, el cuidado y el conocimiento adecuados pueden hacer que tener salamandras sea una experiencia gratificante. Comprender su comportamiento y sus necesidades es crucial para la seguridad y el bienestar.

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