El tritón ibérico es un animal pequeño de cuerpo alargado y piel húmeda que requiere agua para sobrevivir. Aunque no presenta una coloración llamativa, sus características biológicas la convierten en una especie emblemática de su hábitat. De hecho, su presencia o ausencia puede servir para determinar la calidad de la masa de agua. Su nombre científico es Lissotriton boscai y forma parte del grupo de anfibios urodelos, que está formado por tritones y salamandras. Ambos son parientes cercanos de las ranas y los sapos, aunque tienen diferencias obvias. Sigue leyendo este espacio y conoce más sobre el tritón ibérico.
Características del Tritón Ibérico
El tritón ibérico, un pequeño anfibio parecido a un lagarto, crece entre 6 y 10 centímetros de largo, con una cola de casi la mitad del tamaño de su cuerpo. Presenta un cuerpo esbelto, espalda aplanada y una cabeza más ancha que larga. Sus patas delanteras tienen 4 dedos, mientras que las traseras tienen 5. La coloración dorsal varía del marrón al pardo con manchas negras, contrastando con un vientre anaranjado o rojizo adornado con puntos negros. Algunos individuos pueden exhibir colores amarillos o blancos, aunque son poco comunes.
Los tritones sufren una metamorfosis, pasando de una fase larvaria acuática que se asemeja a un pez pequeño de color amarillo con branquias, a una forma adulta con extremidades desarrolladas adaptadas a la vida terrestre y acuática. Esta transformación marca un cambio significativo en su apariencia, lo que refleja su naturaleza dual a medida que maduran desde larvas totalmente acuáticas hasta adultos terrestres.
Hábitat y distribución del Tritón Ibérico
Este anfibio es endémico de la Península Ibérica. Su población suele ser abundante en Portugal, Galicia y Extremadura. Sin embargo, también es posible encontrarlo en algunas zonas de Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid y Andalucía. Tiene preferencia por zonas montañosas entre 400 y 1000 metros sobre el nivel del mar, pero incluso se le ha visto en altitudes de casi 1800 metros.
El tritón ibérico puede vivir en una gran variedad de hábitats como bosques, matorrales, zonas agrícolas e incluso zonas costeras. Al ser un organismo acuático, necesita algún cuerpo de agua cristalina y con muy poca vegetación. Es más, no hace falta que esté al aire libre, ya que algunas cuevas o minas abandonadas que están inundadas pueden servirnos bien para sobrevivir.
¿Qué come el tritón ibérico?
Los tritones ibéricos se alimentan principalmente de pequeños insectos como escarabajos, crustáceos, gusanos, caracoles y arañas. Aunque tienen cierta preferencia por los dípteros, ya que este grupo representa al menos el 46% de su dieta. Además, también son capaces de consumir los huevos de ciertos anfibios. Por su parte, las larvas también se alimentan de insectos como crustáceos planctónicos y dípteros. La única diferencia es que sus presas deben medir un máximo de 9 milímetros para poder consumirlas. Suelen buscar su alimento en el fondo del cuerpo de agua.
Reproducción del Tritón Ibérico
La reproducción del tritón ibérico se produce tras la temporada de lluvias, ya que ocupa charcos de agua temporales para desovar. Esto ocurre entre octubre y diciembre, pero depende de las condiciones climáticas de cada caso. El cortejo de esta especie se realiza mediante vibraciones o movimientos oscilantes de la cola. Con estos, el macho intenta llamar la atención de su potencial pareja para que se acerque.
Cuando la hembra acepta, ambos se colocan perpendicularmente para transferir los espermatozoides y fecundar. Las hembras ponen entre 100 y 250 huevos en el agua y utilizan la vegetación para esconderlos. La mayoría de las larvas eclosionan en febrero y comenzarán su metamorfosis en mayo. Este proceso debe ser rápido porque la mayoría de los charcos temporales desaparecen en junio.
¿Cuál es el estado de conservación del tritón ibérico?
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clasifica al tritón ibérico como una especie de menor preocupación. Esto no quiere decir que no enfrente amenazas, pero sí que por el momento su población no corre riesgo de desaparecer. Al igual que otros anfibios, la contaminación, la destrucción de su hábitat y la introducción de especies invasoras pueden provocar su extinción.
El tritón ibérico, conocido científicamente como Lissotriton Boscai, destaca como un indicador vital de la salud de los cuerpos de agua a pesar de su modesto aspecto. Endémica de la Península Ibérica, su presencia significa equilibrio ecológico en hábitats que van desde regiones montañosas hasta cuevas inundadas. Comprender sus hábitos y necesidades es crucial para garantizar su presencia próspera y continua.